domingo, 12 de diciembre de 2010

La huella ecológica.

Un indicador interesante sobre el efecto de la economía más allá de las fronteras es la huella ecológica, que persigue medir la superficie necesaria para sustentar un sistema económico. La huella ecológica permite constatar que la superficie que “utilizan” los países industrializados para sus necesidades es generalmente superior a la superficie existente dentro de sus límites territoriales, lo cual viene a significar que se están apropiando de la superficie de otros.
  
Tener una huella ecológica superior a la superficie real del país significa que se están utilizando una cantidad de recursos (y produciendo residuos) superiores a la cantidad que podríamos obtener de una manera sostenible en nuestras fronteras. Únicamente hay dos vías para que la situación actual sea posible, la sobreexplotación dentro de nuestras fronteras y la apropiación de recursos del exterior.

La huella ecológica del español medio se situó, en el año 2005, en unas 6,4 hectáreas globales de territorio productivo anuales, lo cual quiere decir que, como media, un español necesita unas 6,4 hectáreas de territorio productivo al año para satisfacer sus consumos y absorber sus residuos.El indicador presenta un aumento del 19 % desde 1995 a 2005, lo que se traduce en un aumento desde las 5,4 hectáreas en 1995 hasta las 6,4 en 2005. El ritmo medio de crecimiento de la huella en esos diez años estuvo en alrededor de 0,1 hectáreas al año, es decir, 2,7 metros cuadrados diarios por persona, equivalente a un incremento diario en el conjunto del país aproximado de huella de 12.000 campos de fútbol.


Economía sin fronteras.


Los efectos del sistema económico de un país van mucho más allá de sus fronteras.
Podría decirse que el terreno de juego, ni tiene unos bordes definidos, ni para nada coinciden con los límites territoriales del país cuyos residentes y empresas ordenan las transacciones.
Una economía como la española es, por un lado, altamente dependiente de importaciones de materias primas. Estos materiales importados conllevan una serie de impactos ambientales en los países de origen que no acostumbramos a considerar y por ello adquirimos una responsabilidad ambiental que habitualmente no es reconocida.   Sin embargo quien se ve repercutido positivamente desde el aspecto monetario no es el país extranjero, sino el que realiza la extracción.


Los países empobrecidos no son los mayores causantes de las crisis ambientales a pesar de ser los lugares donde físicamente se producen una parte considerable de los efectos. Es necesario buscar las causas reales del problema, frecuentemente lejos, donde se toman las decisiones, y donde se produce un mayor
consumo.
Es donde se sacan los recursos materiales y energéticos necesarios para garantizar nuestro consumo final donde se producen buena parte de los impactos, e incluso la mayor parte de la generación de residuos. El concepto de “mochila ecológica” es muy ilustrativo para cuantificar la cantidad de material requerido para conseguir una unidad de producto final. Para cada producto es posible estimar su “mochila ecológica”. Así
por ejemplo, para obtener un kilo de hierro es necesario movilizar 14 kilos de materiales, mientras que para obtener un anillo de oro de 10 gramos se precisan remover 3,5 toneladas de materiales. 
Con frecuencia sucede que mientras el consumo de un producto se da en un país, su “mochila ecológica” se queda en otro.

Producción actual.

En mio opinión, la forma de producción que se sigue en nuestro pais tiene tendencias capitalistas, esto es, se mueve por la competencia entre los capitales y la acumulación de capital monetario, financiero, comercial y productivo, y no por la defensa del capital ambiental. 
El sistema económico en su lógica capitalista resulta depredador para el sistema ecológico, a menos que cambiemos los patrones de producción y consumo.
-     Se mueve a corto plazo, con una gran falta de la perspectiva a largo plazo de los equilibrios ecológicos,
-   valora económicamente muy por bajo el impacto de la extracción de los recursos naturales y el impacto de los desechos sobre el medio ambiente; 
-       no solemos tener en cuenta de forma suficiente los perjuicios para las generaciones futuras, ya que estas generaciones no votan en el mercado.

La legislación sobre el medio ambiente es objeto de múltiples incumplimientos, pues, con frecuencia, entra en contradicción con el empleo y el crecimiento económico. La apuesta de futuro es el “desarrollo sostenible”, pero a menudo nos preocupa más “cómo sostener el desarrollo actual” que “alcanzar el desarrollo sostenible”.

Tambien es importante destacar que cada vez son mas las leyes y directivas que se legislan y mayor la visión realista que tenemos los individuos sobre el medio ambiente, aunque ello haya sido fruto de los crecientes problemas ambientales que están latentes en nuestro planeta.


Unión europea.

Los principales instrumentos acción pública para hacer frente al problema de la contaminación son: impuestos (explicados en la entrada anterior), multas, subvenciones y regulación directa de las tecnologías, los procesos de producción, los niveles de producción y los niveles de contaminación.
Las ventajas que podemos observar en la actuación pública son:
-         la información es más imparcial;
-         dispone de más medios de investigación y actuación;
-         está a su alcance la formación en la escuela y la sensibilización de los ciudadanos;
-         dispone de los instrumentos jurídicos más coercitivos, como las reclamaciones administrativas y penales frente a las civiles;
-         se puede guiar por los principios de prevención y cautela para proteger a las generaciones futuras, como por ejemplo con las evaluaciones del Agencia Europea del Medio Ambiente obligatorias para ciertos proyectos de obras.

Si observamos la política de la Unión Europea en relación con el medio ambiente podemos decir que es  más avanzada, pero desde mi punto de vista tiene sus limitaciones ya que:
-         es una política de mínimos, requiere negociación entre países con muy diferentes niveles de desarrollo;
-         es desigual, no todos los países aplican los mismos niveles de exigencia;
-         dispone de escasa financiación comunitaria, ya que el principio general es el de que la financiación corresponde a los Estados;
-         está muy condicionada por la defensa del mercado único.

Entiendo que es mas avanzada porque es mas numeroso el número de directivas aprobadas por la unión europea, además, no cabe olvidar que en el año 2006 España fue demandada en el Tribunal de Justicia europeo por la inaplicabilidad de la directiva sobre Evaluación ambiental de Planes y sobre el Acceso a la Información Ambiental, habiendo sido demandado anteriores veces por la inapliación de otras directivas de materia ambiental. 

A pesar de ello la acción publica, tanto a nivle nacional como a nivel europeo es necesaria, ya que, no tenemos que olvidar que el sector público, como antes he mencionado, dispone de un mayor abanico de instrumentos así como goza de un mayor “poder”, o mejor dicho, puede hacer llegar a mas personas todas sus acciones.

La noticia que a continuación podeis pinchar trata de la primera iniciativa popular en europa. Como podeis leer si entrais en la página, la consciencia europea respecto al medio ambiente cada vez está mas latente, y ello lo podemos ver cuando mas de un millon de comunitarios han firmado una iniciativa con el fin de evitar la aplicación de una ley que permite la producción de productos transgénicos.  http://www.efeverde.com/esl/contenidos/noticias/09-diciembre-2010-18-32-00-un-millon-de-firmas-contra-el-cultivo-de-transgenicos

Dejo otra serie de noticias relacionadas con la Unión Europea.

Acción pública: Tributos verdes.

La existencia de la fiscalidad ambiental significa el reconocimiento de que cuando se presentan impactos ambientales se justifica la participación del estado para eliminar o regular dichos impactos, aplicando medidas que posibiliten la internalización del costo ambiental en función de costos del agente que realiza la contaminación o hace uso o servicio del bien medio ambiental.

Son varios los motivos por los que creo que los impuestos medioambientales son positivos para la sociedad ya que se trata de un instrumento eficaz para la internalización de las externalidades, si bien es cierto que las personas nos vemos afectadas por los mismos ya que se ve repercutido en el precio, pueden servir como medio de cambio en el comportamiento de empresas sobre un uso de recursos más “eco-eficiente”; para estimular la innovación y además, creo que es una fuente de aumento de la renta pública que si se utiliza correctamente puede ser utilizada como un gasto público para mejorar el medio ambiente.

Los instrumentos económicos usan las fuerzas del mercado para integrar las decisiones económicas y ambientales pero el principal inconveniente de este tipo de instrumentos es la valoración de los servicios ambientales porque los bienes ambientales afectados por las externalidades no tienen un valor económico en el mercado.
Desde mi punto de vista los impuestos verdes se deberían controlar a nivel estatal, en lugar de ser una materia autonómica, ya que eso puede provocar desequilibrios entre las distintas regiones españolas.


Buscando por la red he encontrado una noticia que me parece interesante. Os dejo un enlace para que lo podais hechar un vistazo.